Las crónicas deTeofilo Cabrera

Para que se sepa mínimamente de donde viene
Y como es…
Nació en el conourbano bonaerense una tarde de domingo de verano, Pleno rayo del sol, hace 40 años.
Se crió hasta los 6 años en Ramos Mejía, en la casa de sus abuelos maternos.
Después sus padres acordaron que lo mejor para Teófilo iba a ser que estudiase en el Pio Nono, ese colegio de curas salesianos que queda en Don Bosco y Quintino Bocayuba.
Así que movieron cielo y tierra para conseguirle una bacante, y como se demoraron Teófilo empezó primer grado a los 7.
Se mudaron a un Ph. en Colombres y Agrelo, de allá para acá esa fue la única casa de Teófilo. Siempre, desde chico soñó con ser un super héroe de esos de las historietas que coleccionaba y como nunca le dio el cuero…una vuelta decidió donar el brazo derecho para el hijo de un compañero de banco que se lo había arrancado en un accidente de moto. Algunos lo aplaudieron (sobre todo el chico, que volvió a tener dos manos) otros lo llamaron idiota. A él no le importaba, es más, nunca quiso ponerse una prótesis más sofisticada que esa especie de resorte con un gancho en la punta que le sirve para hacer unas cuantas cosas. Le agarró rápidamente la vuelta a usar la izquierda y ahí fue y va; manco por la vida, y por la única razón que lo lamenta es porque a la hora de sacar fotos se le complica.
Es empleado del Provincia desde el 1985, pero en el fondo es un artista…cuando puede saca unas fotos lindísimas, escribe poemas, dibuja (aprendio por correspondencia), es un autodidacta, romántico, metódico, callado y tímido.
Está enamorado hace años de Lucía, la moza del bar de Josecito de la esquina de Quintino e Irigoyen. Ella siempre lo recibe con una sonrisa y sabe perfecto que le gusta desayunar un cortado liviano en jarrito de vidrio y 2 medialunas de manteca; pero no pasa de ahí y se le nota a la legua que está encantada con Poroto, que además es el mejor amigo de Teofilo.

(primera entrega)